Nueva York, martes 14 de noviembre de 2025

El vino de Madeira es un clásico del mundo del vino: un fortificado nacido en los trópicos, en una isla portuguesa frente a la costa de Marruecos. Su personalidad está marcada por los suelos de origen volcánico, el clima del Atlántico y una técnica de fortificación tradicional que ralentiza su envejecimiento y le permite desarrollar aromas intensos, complejos y una longevidad fuera de serie.

Madeira es una isla llena de montañas y viñedos en terrazas, donde la vendimia solo puede hacerse a mano por lo empinado del terreno. La historia de sus vinos está íntimamente ligada a la posición geográfica de la isla, que durante siglos fue un puerto obligado de recarga antes de los largos viajes hacia América.

La crianza del Madeira es muy particular. El vino se calienta a temperaturas controladas para emular las duras condiciones que sufrían las barricas en los barcos que cruzaban el Atlántico. Viajaban expuestas al sol, al frío, a la humedad y al salitre. Ese proceso, al inicio totalmente accidental, hacía que muchos vinos que salían de Europa llegaran aún mejores a América.

Hoy, como hace cien años, los Madeira se buscan precisamente por esa lenta oxidación que va afinando el vino y dando lugar a notas profundas, complejas y muy características, que lo hacen verdaderamente único. Es un vino con una capacidad de evolución impresionante: existen botellas con más de 300 años que se mantienen prácticamente intactas. Y lo más llamativo es que, una vez abierto, sigue conservando su carácter y su poder de encantar. Permanece fresco, la fruta se siente viva, mantiene buena acidez y mucha personalidad.

En este seminario no probé un Madeira de 100 años, pero sí una selección entre 20 y 35 años. Fueron dos flights de seis vinos cada uno, maridados con platos de Leitao, un restaurante portugués espectacular en el West Village.
El vino de Madeira está sujeto a un control de calidad muy estricto, garantizado por el Instituto del Vino, del Bordado y de la Artesanía de Madeira (IVBAM). Hoy existen solamente ocho casas productoras de Madeira. En esta cata tuve la suerte de probar vinos de cinco de ellas:

Bodegas:

Justino’s Madeira Wines

Madeira Wine Company

Henriques & Henriques

Pereira D’Oliveira Vinhos

Vinhos Barbeito

Por momentos como este, amo trabajar en esta industria.

Larga vida a Bacchus!

Bebe Buen Vino

Si te interesó este articulo, puedes descargar la presentación del Seminario de Madeira por el Master Sommelier Eugenio Jardim, que es también wine ambassador de vinos de Portugal para Estados Unidos.