Bacchus es el dios del vino, la fertilidad y la inspiración en la mitología romana. Hijo de Júpiter, el mito dice que creció en una gruta con las paredes cubiertas de vides. Descubrió el vino por casualidad al exprimir unas uvas, olvidarlas en un ánfora y meses después beber su jugo fermentado.

Fue tan plácida la sensación que experimentó que decidió celebrar una fiesta con dioses, ninfas, sátiros y centauros. Bebieron, comieron, danzaron y rieron hasta el éxtasis. Por eso, las celebraciones a los placeres de la vida se las llama bacanales.

No queriendo privar a los mortales de tan satisfactoria experiencia, Bacchus recorrió el mundo para enseñar cómo cultivar la vid y elaborar el maravilloso caldo. Desde entonces, el vino ha estado presente en festejos a lo largo de miles de años, siendo una oportunidad para disfrutar, unir a la gente, o inspirar.